Es poco frecuente que un águila ataque a un león, ya que las águilas suelen cazar animales más pequeños, como roedores y pájaros. Sin embargo, en algunos casos, un águila puede ser lo suficientemente audaz como para enfrentarse a un depredador más grande, como un león.
Las águilas tienen varias ventajas sobre los leones cuando se trata de ataques aéreos.
¿Miedo? Depende. Ningún águila que se precie admitirá jamás que le tiene miedo a un miserable búho. Sería bastante sencillo decir: “Bueno, claro… el águila es más grande. ¡POR SUPUESTO que no tiene miedo!”. Pero no siempre es así. Más grande no siempre es peor.
Por ejemplo… ¿cuál es más fuerte? ¿Garras más fuertes? ¿Alas más fuertes? ¿Picos más fuertes? ¿Más fuerte libra por libra? ¿Más fuerte en quién ganaría una pelea? Ninguna de estas preguntas se puede responder simplemente observando la diferencia de tamaño. Eso no siempre cuenta la historia.
Esta águila pesa el doble o más que el búho. La envergadura de las alas del águila es de aproximadamente 1,5 veces la del búho. El tamaño de las patas del águila, con garras, es aproximadamente 1,5 veces el tamaño de las patas mortales del búho. Sería más justo decir que el águila desprecia al búho cornudo. Probablemente tanto como el águila pescadora desprecia al águila calva. Lo que se siembra, se cosecha.
Pero para aquellos que saben de estas cosas… nadie dirá “Apuesto por el águila calva, siempre, contra el búho cornudo”. Los expertos no darían más probabilidades que 50/50… una apuesta al aire, a pesar del abrumador tamaño del águila. Para muchos, muchos animales salvajes… incluida el águila calva… ¡el búho cornudo puede ser un verdadero hijo de puta!