La conmovedora historia de un elefante huérfano que fue criado por humanos sigue inspirando a personas de todo el mundo. A pesar de haber estado separada de sus cuidadores durante más de ocho años, Loijuk, la elefanta que alguna vez quedó huérfana, todavía regresa al santuario Sheldrick Wildlife Trust en Kenia todos los meses para visitar. Pero en una ocasión especial, Loijuk sorprendió a sus cuidadores al traer a su cría recién nacida, Yoyo.
El SWT rescató a Loijuk cuando tenía solo cinco meses, y su equipo la crió a mano hasta que tuvo la edad suficiente para regresar a la naturaleza. Sin embargo, Loijuk nunca ha olvidado a las personas que la cuidaron y ha seguido manteniendo una estrecha relación con su familia humana.
En septiembre, Loijuk llegó al santuario con su bebé, Yoyo, y el personal capturó el conmovedor momento en cámara. El cuidador Rob Brandford explicó que Loijuk es una madre orgullosa que trajo a su bebé más nuevo para que conociera a las personas que le salvaron la vida. Esta no es la primera vez que Loijuk comparte a su familia con sus antiguos cuidadores humanos, ya que hizo lo mismo con su primer hijo, Yetu.
Si bien es común que los elefantes huérfanos regresen a los lugares donde fueron criados, el personal de Sheldrick Wildlife Trust declaró que siempre es asombroso verlos. El hecho de que Loijuk confíe y muestre afecto hacia los humanos que la salvaron es realmente especial. Los elefantes tienen una memoria y un sentido del olfato increíbles, y los cuidadores a menudo respiran en la trompa de los huérfanos para que puedan reconocerlos.
Para el personal del santuario, la visita de Loijuk con su nuevo bebé fue una ocasión trascendental. No solo criaron y salvaron a un bebé huérfano, sino que también regresó con éxito a la naturaleza y formó su propia familia.
Como explica Brаnford, “la familia es vital para los elefantes, por lo que no sorprende que elijan compartir a su nuevo miembro de la familia con sus antiguos cuidadores humanos, ya que son parte de su familia”.
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